En Revista Kokoro no solo nos gusta lo raro. También nos gusta lo que escarba y lo que repta. Nos gusta más la sombra de la casa que la casa alzada, y más la sombra de la casa en el acto de caer que la casa caída. El pequeño acorde sísmico que hace temblar la tierra necesita siglos enteros de suspense y de barbecho. Por eso en Kokoro nos gusta leer textos en clave de tiempo geológico y con grandes ojos de mosca antediluviana.
Después de un par de meses de inactividad bloggera, volvemos a la acción. Nos re-abrimos por y para el derribo, para compartir, recrear, lanzar a la red la fisura que somos. Haremos noche en el blog como contenedor de espacios donde los kokoritos (dícese de los lectores, paseantes o colaboradores habituales de Revista Kokoro) podamos alzar el dedo y señalar, así, nuestros oasis, nuestros adoquines y nuestros mapas del tesoro.
Quedáis avisados...muy pronto nos leemos.
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